Transcribo literalmente una carta que llego a mis manos en mis primeros años del secundario. Lamento no poder recordar el profesor que nos regalo este documento tan emotivo. Desde entonces tengo esta carta (en papel, obviamente) en mis manos, y temo que se pierda. Ayer (2 de abril) se conmemoro a los caídos en una guerra (o deberíamos decir capricho de alguien que bebía demás?) sin sentido, y recordé la misma. Es por eso que decidí plasmarla aquí.
A ÑEQUI y MONONI:
Su padre no los abandona, "simplemente" dio su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos... y los que hereden mi PATRIA.
Les va a faltar mi compañia y mis consejos, pero les dejo la mejor compañia y el mas sabio consejero, a DIOS; aferrense a el, sientanse que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente; es la unica forma de vivir la "buena vida", y cada vez que luchen para no dejarse tentar; para no alegarse de "El", para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo con codo aferrando el amor.
Sean una "familia", respetando y ayudando a Mamá aunque le vean errores, sean siempre solo "uno", siempre unidos.
Les dejo un apellido "FALCONIER" para que lo lleven con orgullo y lo dignifiquen, no con dinero ni con bienes materiales, sino con cultura, con amor, con la belleza de las almas limpias, siendo cada vez mas hombres y menos animal, y por sobre todo enfrentando la vida con la VERDAD, asumiendo responsabilidades aunque les "cueste" sufrir sinsabores o la vida misma.
Les dejo:
- Muy poco en el orden material
- Un apellido, "FALCONIER"
- A DIOS (ante quien todo lo demás no importa)
PAPÁ
Para que mis hijos lo lean desde jóvenes y hasta que sean viejos, por que a medida que pasen los años, adquieran experiencia, o tengan hijos, le iran encontrando nuevo y más significado a estas palabras que escribí con amor de padre...